Finanzas para no financieros: Es hora de entender los números
Los estados financieros no son un misterio reservado para el director financiero (aunque a veces lo parezca). Son la brújula que todos los directores deben aprender a usar. Porque, seamos honestos, si no sabes interpretar un balance o tomar decisiones basadas en los números, no estás liderando tu negocio, estás jugando a ser adivino.
Las finanzas son como el pegamento que une a toda la empresa. No se trata solo de revisar balances o estados de resultados como si fueran jeroglíficos antiguos, sino de enfrentarte a preguntas que realmente importan:
- ¿Estamos generando un flujo de caja sostenible o gastando como si fuéramos rockstars?
- ¿Estamos invirtiendo en lo que importa o construyendo un castillo de arena?
- ¿Estamos creando valor a largo plazo o simplemente sobreviviendo al mes?
EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización): Ese amigo que te miente con cariño
Ah, el EBITDA. Tan encantador como engañoso. Claro, parece un indicador perfecto: fácil de calcular, bonito de presentar, y muy útil en reuniones donde quieres impresionar. Pero aquí está el truco: el EBITDA no es efectivo real.
1️.- Impuestos:
Hacienda no se conforma con tus «EBITDA». Ellos quieren su parte, y la quieren en efectivo, no en fórmulas matemáticas bonitas.
2️.- Deuda:
Los bancos no aceptan «buenas intenciones EBITDA» como pago. Quieren el capital y los intereses bien puntuales.
3️.- Inversiones en activos:
¿Tus máquinas? ¿Tu edificio? No son eternos, aunque desearías que lo fueran. Requieren mantenimiento, y eso no se paga con «ganancias antes de depreciación».
4️.-Capital de trabajo:
El EBITDA ignora que las cuentas por pagar pueden dejarte sin aire si no tienes cuidado.
Entonces, ¿Por Qué a Todos les gusta el EBITDA?
Es fácil: es como ese amigo que siempre te dice lo que quieres escuchar, aunque no sea verdad. Te permite hacer comparaciones entre empresas, mostrar un rendimiento operativo decente y cumplir requisitos de los prestamistas. Pero cuidado:
El EBITDA esconde las grietas.
Ignora las obligaciones inmediatas.
Te da una falsa sensación de seguridad, como una foto con filtro en redes sociales.
En Resumen: No te enamores del EBITDA
El EBITDA puede lucir bien en los informes, pero no paga las facturas. Si realmente quieres liderar tu empresa como un profesional, necesitas enfocarte en el flujo de caja. Porque, al final, el efectivo es lo que impulsa el crecimiento, protege tu negocio y te mantiene en el juego. Finanzas para no financieros
Y recuerda, el EBITDA puede que te haga lucir bien en las presentaciones, pero el flujo de caja te salvará en la vida real.